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El funeral de Neruda

31 ottobre, 2013 - 10:00 Teatro Agnelli - Via Sarpi 111 - Torino

ASSEMBLEA TEATRO internazionale
presenta

Spettacolo in lingua spagnola

testo di Renzo Sicco e Luis Sepúlveda
con Roberta Fornier, Annapaola Bardeloni, Marco Pejrolo, Giovanni Boni, Sonia Belforte
musiche di Stomu Yamastha, Inti-Illimani, Victor Jara
regia di Renzo Sicco

 

En medio de la devastación, en su casa también despedazada a golpes de hacha, yace Neruda, muerto de cáncer, muerto de pena. Su muerte no alcanzaba, por ser Neruda hombre de gran sobrevivir, y los militares le han asesinado las cosas: han hecho astillas su cama feliz y su mesa feliz, han destripado su colchón y han quemado sus libros, han reventado sus lámparas y sus botellas de colores, sus vasijas, sus cuadros, sus caracoles. Al reloj de pared le han arrancado el péndulo y las agujas; y al retrato de una mujer le han clavado la bayoneta en un ojo.
De su casa arrasada, inundada de agua y barro, el poeta parte hacia el cementerio. Lo escolta un cortejo de amigos íntimos, que encabeza Matilde Urrutia. (Él le había dicho: Fue tan bello vivir cuando vivías.)
Cuadra tras cuadra, el cortejo crece. Desde todas las esquinas se suma gente, que se echa a caminar a pesar de los camiones militares erizados de ametralladoras y de los carabineros y soldados que van y vienen, en motocicletas y carros blindados, metiendo ruido, metiendo miedo. Detrás de alguna ventana, una mano saluda. En lo alto de algún balcón, ondula un pañuelo. Hoy hacen catorce días del cuartelazo, catorce días de callar y morir, y por primera vez se escucha la Internacional en Chile, la Internacional musitada, gemida, sollozada más que cantada hasta que el cortejo se hace procesión y la procesión se hace manifestación y el pueblo, que camina contra el miedo, rompe a cantar por las calles de Santiago a pleno pulmón, con voz entera, para acompañar como es debido a Neruda, el poeta, su poeta, en el viaje final.

Eduardo Galeano

Hace diez años Assemblea Teatro realizó con el espectáculo “Fuochi” (Fuegos) su primera gira en Chile a la cual le siguieron diversas otras con los espectáculos “Dialoghi” (Diálogos), “Più di mille giovedì” (Más de mil Jueves), “Ironicamente” (Irónicamente), “Parole spezzate” (Carta abierta a Pinochet).
Del desierto de Atacama a la Patagonia austral hemos vagabundeado en aquél largo país en el extremo sur del mundo. Nos hemos cautivado con sus poetas y escritores y con algunos incluso nos hemos transformado en amigos e incluso en hermanos.
Pero inborrable en nuestra memoria ha permanecido la visita a la casa de Neruda en Isla Negra. Abrazados por un interminable océano caímos literalmente en aquél sueño arquitectónico, en aquella poesía hecha de habitaciones, de paredes, de ventanas y de mil objetos que el poeta hubo de recoger en una vida rica en experiencias, que lo llevó a los lugares más diversos del mundo durante el transcurso de la primera mitad del novecientos.
Una frase escrita a fuego sobre las maderas que estructuran el muro del acceso nos fulminó “He retornado de mis viajes. He navegado costruyendo la alegría”. Fue su declaración de vida para él y para los demás, y es una declaración que de algún modo sentimos nuestra y nos transformó, a pleno título, como legítimos habitantes de esta casa. Nunca, entonces, habríamos pensado que diez años después estaríamos de vuelta, cargados de alegría, también en Isla Negra, en la tumba de Pablo y Matilde, para narrar aquellos días de Chile, días duros que sin embargo, como todo desierto, guardaron bajo su suelo los brotes de una floración.
Bastaba el agua que con la democracia ha regresado.

Renzo Sicco

ingresso € 5,00

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