interpretado por Marco Pejrolo, Andrea Castellini, Angelo Scarafiotti, Manuela Massarenti, Luca Occelli
dirección de Renzo Sicco
“Tierra del fuego” y otros documentales de Alberto Maria De Agostini han sido gentilmente concedidos en uso por la Cineteca Histórica del Museo Nacional dela Montaña Duca degli Abruzzi de Turín
Para todos los que aman y han amado la Patagonia por haber viajado físicamente o haberse hundido en las páginas de Bruce Chatwin, Luis Sepúlveda, Paul Theroux, Francisco Coloane, este texto de Laura Pariani es un viaje al conocimiento de un hombre que ha querido enfrentar su misión entre los vientos, el frío, glaciares eternos e indios en extinción, descubriendo y dibujando como cartógrafo los mapas de los canales del “fin del mundo”. En calidad de fotógrafo y cineasta aficionado ha fijado para sí mismo y para todos nosotros miles de fotogramas, imágenes que de otra forma se hubieran perdido.
Un hombre y una tierra extrema, como extrema ha de ser nuestra gratitud por la riqueza de testimonios que después de un centenar de años siguen siendo un inestimable patrimonio.
Para las numerosas personas, hombres y mujeres, que conocen el esfuerzo y el placer de las marchas en la nieve o de las escaladas por rocas ásperas, que conocen el aparecer de extraordinarios escenarios inesperados, así como la rápida transformación del cielo, la dureza de las temperaturas bajo cero, pero también la sorpresa de las repentinas apariciones estelares o de los improvisos rayos de sol que sólo las montañas saben ofrecer, para todos los que son capaces de amar las cumbres, este espectáculo es algo que no se pueden perder. Padre Alberto Maria De Agostini comenzó a escalar las montañas desde su juventud en el Valle de Aosta y, más tarde, cuando llegó a la Patagonia, a la Tierra del Fuego, al encontrar un monte Cervino plantado en el océano, no dudó en invitar a las guías de montaña de Courmayeur para escalarlo juntos.
Laura Pariani es una escritora que ama mezclar el profundo conocimiento y el gran amor hacia dos tierras: la Italia del noroeste con sus llanuras y arrozales, sus pequeñas aldeas y la riqueza de los numerosos dialectos y el Suramérica de las pampas, inmenso y sin confines desde Buenos Aires a Ushuaia, lleno de miles de historias y de muchos inmigrantes italianos, napolitanos, vénetos, friulanos, de las Marcas y naturalmente piamonteses.
Escritora apasionada y apasionante, logra describir con intensidad tanto la vida solitaria de aviadores capaces de travesías transoceánicas sobre pequeños bimotores o, como en este caso, de un ecléctico misionario geógrafo, escalador, fotógrafo y antropólogo. “Don Patagonia”, el nombre que le dieron los escasos habitantes de una tierra suspendida entre hielo y vientos continuos, sepultada a menudo bajo apocalípticas nevadas. A los “Patagones” indígenas maravillados por encontrar a un cura no encerrado en una misión sino perdido entre los glaciares del fin del mundo, Alberto Maria De Agostini, hombre tímido pero tenaz de tierra piamontesa, nacido en Pollone en la provincia de Biella, supo demostrar que podía combatir también una batalla aparentemente inútil, porque ya perdida: la lucha contra la extinción de los indios. Lo hizo consciente de la importancia que tiene la defensa de la dignidad, aunque fuera la del último de los hombres. La Pariani interpreta este recorrido con palabras intensas, crudas o reflexivas, siempre ricas de una visión del mundo como extensión de la blanca pulcritud de los glaciares.